En la
actualidad el juego perdura con ciertas variaciones pero ha conservado muchos
de sus rasgos autóctonos.
Las
particularidades del juego como se practica hoy son las siguientes:
• El
juego se realiza ya avanzada la noche, para que se observe el ir y venir de la
bola de fuego.
• Se
juega en un espacio de 100 metros de largo por 10 metros de ancho, que puede
ser cualquier calle de Tamazullapan. El terreno tiene que ser lo más plano
posible para que la pelota pueda rodar.
• Se
divide en dos rectángulos de 50 metros por 10, en donde se ubican 5 jugadores
de un lado y 5 en el otro.
• Su
vestimenta es un pantalón y una camisa blanca, con huaraches y en las manos se
sostiene un bastón hecho de madera de encino, pirú, tejocote o cerezo, con uno
de sus extremos curvo, parecido al bastón del “jockey”.
• En el
centro de la cancha se ubica un apelota hecha de madera seca de pipi (colorín
cimarrón), cubierta de grasa animal, petróleo o diesel, la cual se le prende
fuego, cerca de ella los capitanes de los equipos, además de 2 jugadores que
empujan o golpean la pelota hacia el final de la cancha y 2 jugadores que
vigilando su territorio defendiendo el ataque del adversario.
•
El juego consiste en llevar la pelota hasta el extremo opuesto de la cancha, en
el campo enemigo siendo ganador el equipo que más veces lleve la pelota en
llamas al territorio enemigo.
• El
encuentro tiene una duración 40 minutos divididos en dos tiempos de 20 minutos
cada uno.
• A la
vos de ¡Arriba! Se inicia el juego que simula una batalla donde los jugadores
luchando cuerpo a cuerpo y con golpes de sus bastones a la pelota encendida van
conduciendo a esta al terreno enemigo.
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